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30 de los 47 municipios del Tolima han sido afectados por la ola invernal

  • Foto del escritor: Editorial La Región
    Editorial La Región
  • 20 jun 2018
  • 4 Min. de lectura




Abril, mayo y junio del año en curso, han sido los meses protagonistas y esta vez, a causa de las afectaciones que se han generado por la ola invernal a lo largo y ancho de nuestro departamento. Aproximadamente 700 familias de diferentes municipios se han visto afectadas de manera directa a consecuencia de las fuertes precipitaciones por las que atraviesa el País.


Carlos Quiroga, Secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo anunció hace unos días que hay varios municipios afectados en el departamento del Tolima, entre los cuales están Líbano, Icononzo, Santa Isabel, Roncesvalles, San Antonio, Rioblanco, Chaparral, Rovira, Ataco, Ortega, Herveo, Saldaña, Casabianca, Villarica, Carmen de Apicalá e Ibagué.


En San Antonio, a comienzos del mes de junio, alrededor de 20 familias se vieron afectadas por el aumento de caudal de la Quebrada Villahermosa, que también ocasionó perdida de banca y de cultivos como café y frijol.


En la capital del Tolima, sucedió en días pasados el acontecimiento en el Cañón del Combeima, donde las fuertes lluvias generaron el desbordamiento de las quebradas del sector. La fuerza de la naturaleza se llevó a su paso árboles, material de arrastre y enseres de algunas de las viviendas. También el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, declaró la alerta roja en Ibagué a finales del mes de mayo debido a la creciente en los ríos Coello y Combeima.




En Rioblanco, la mayor afectación se presentó en la bocatoma del acueducto del casco urbano, la cual debido a las fuertes lluvias colapsó, ocasionando la suspensión del servicio durante 2 días, sin embargo, gracias a la rápida gestión de la Administración Municipal se logró reestablecer el servicio. Otra afectación evidenciada fue el colapso del sistema de alcantarillado del casco urbano, el cual, según información del secretario de planeación e Infraestructura, el Arq. Juan Felipe Lozano, es un alcantarillado mixto construido hace varios años mediante un sistema abovedado que ha cumplido su vida útil y que a lo largo de las administraciones se han venido realizando mantenimientos y reposiciones, pero que el incremento del caudal en las tuberías generó el colapso del sistema y por consiguiente, la inundación en algunas viviendas del sector urbano de dicho territorio. No dejó sin desconocer el jefe de Planeación las afectaciones a vías terciarias, viviendas, cultivos, acueductos veredales y pérdida de algunos animales de corral.


La temporada invernal deja hasta el momento cientos de familias afectadas en 30 de los 47 municipios, en los cuales se adelantan los respectivos censos para dar agilidad en la entrega de las ayudas humanitarias por parte de los gobiernos locales y el gobierno departamental. Caída de árboles, deslizamientos, afectaciones en acueductos veredales, perdida de puentes mulares y peatonales, taponamiento de vías, perdida de cultivos, daños estructurales a viviendas, así como un aumento en el nivel de las fuentes hídricas, son algunos de los estragos que ha dejado la temporada invernal en el departamento.


Una situación similar sucedió en el municipio de Carmen de Apicalá, a finales de mayo sus vías de acceso se taponaron por las fuertes lluvias, impidiendo el transporte de entrada y salida de los habitantes así como de carga de alimentos, una emergencia que generó pérdidas para el sector agrícola de esta zona, especialmente en cultivos de limón, cacao y plátano, productos que son exportados a otros lugares. Según el alcalde de Carmen de Apicalá, Emiliano Salcedo Osorio, el mal estado de la malla vial en los diferentes sectores del casco urbano y rural de este municipio dejó incomunicados a sus habitantes.





Chaparral es otro municipio que por la ola invernal decretó calamidad pública hace unos días. De acuerdo a lo informado por Eliana Rubio, subdirectora de la regional sur de Cortolima, las afectaciones tienen altamente deteriorada la malla vial del municipio. La mayor vulneración vial se presentó en el sector del San José de las Hermosas, dejando daños en la estructura de un puente y en las vías rurales afectando la comunicación con el casco urbano e interveredal.


En el corregimiento de Gualanday (Coello), 7 viviendas y 14 familias fueron afectadas por el aumento del caudal del río Coello, condición que ocasionó pérdida de enseres y daños a sus viviendas a finales del mes de mayo. El alcalde Ernesto Cuero Portela, en representación del gobierno municipal de Coello junto con organismos de socorro y la Secretaría del Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, atendieron la emergencia y otorgaron ayudas a la población vulnerable.


La movilidad en algunos sectores de la región se ha visto afectada, en especial en la zona rural, debido a que las fuertes lluvias han generado desbordamiento de quebradas y perdida de bancas, allí se identifica carencia de obras de drenaje y contención que mitiguen el riesgo durante estas eventualidades. Las vías terciarias han sido las más vulnerables ante el flagelo invernal, motivo por el cual, la población campesina ha visto afectada su economía, toda vez que las vías de tercer nivel, son el medio que usan los caficultores, cacaoteros y demás agricultores para transportar sus productos y comercializarlos en los cascos urbanos y municipios aledaños.





Por su parte, la Gobernación del Tolima ha suministrado ayudas humanitarias a municipios como Rovira, San Antonio, Gualanday, Rioblanco, entre otros. Tejas de zinc, kits de aseo y mercados han entregado a las familias afectadas por la fuerte ola invernal que atraviesa el departamento y que ha concentrado todos los esfuerzos del Gobierno Departamental para atender a los damnificados.


A pesar de la disminución que ha teniendo el nivel del río Magdalena en las 14 poblaciones ribereñas en el Tolima, los organismos de socorro del departamento no bajan la guardia y desarrollan permanente monitoreo en esas regiones. Entre los municipios de influencia al río Magdalena se encuentran Honda, Purificación, Flandes, Coello, Piedras, Suárez, Natagaima, entre otros.


El secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, Carlos Quiroga, indicó que la comunidad que vive en esas localidades no debe confiarse, además que debe tener precaución cuando desarrollen actividades en el afluente. Ante la situación, los organismos de socorro de varios municipios tienen a disposición la totalidad del talento humano y técnico para reaccionar de manera inmediata ante cualquier posterior eventualidad.

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